Recorre toda la ciudad a pie, incluso llega hasta el peaje
Moyobamba. En este día del padre queremos contarles la historia de Amadeo García Román, un padre y abuelo abnegado, que vende piñas por toda la ciudad de Moyobamba, junto a su fiel compañero, su perro “Cyborg”.
Amadeo García (70) se levanta a diario a cortar sus piñas a las 6 de la mañana para salir a recorrer las calles de Moyobamba a las 10 de la mañana. Ofrece sus piñas por toda la ciudad, incluso llega hasta el peaje o los Baños Termales de San Mateo.
Para Amadeo García Román, ser papá significa ser responsable en la familia y en el hogar. “Como a veces no alcanza, chambeo con mi piña, porque no hay chamba para mí, ya no estoy en edad de trabajar en la chacra”, dice este noble papá de 8 hijos.
Comenzó vendiendo frutas en una pequeña carretilla, pero ganaba a penas 1 sol por piña, ahora gana 2 soles, de eso, en 10 piñas gana 20 soles diario, con lo que ayuda en casa para la comida.
Amadeo García, ofrece sus piñas en compañía de su fiel compañero, Cyborg, un perro cariñoso y fiel de 1 año de edad. Tiene más perros en su casa, pero Cyborg es el único que lo acompaña por la ciudad.
Antes de vender piñas, dedicó gran parte de su vida a trabajar en la chacra sembrando café. Dice conocer Nueva York, El Cóndor, El Álamo, San Mateo, San Marcos, El Dorado, entre otros caseríos y centros poblados de la zona. (Astrit Lazón)
Foto: Don Amadeo y sus piñas